José Zazo y Mayo nació en Nombela, provincia de Toledo, en el primer tercio del siglo XVIII, siendo uno de los escultores más importantes y prolíficos de esta provincia. Nace el día 20 de agosto de 1720. Hijo de José Zazo y Mayo y Maria Martín de Cepeda, fue bautizado el 31 del mismo mes. Así consta el libro número cinco de la iglesia parroquial.
Desde muy joven se interesó por todo lo artístico y pasó a trabajar a la Corte en Madrid en el taller del escultor Manuel Virues. Alumno muy aventajado, pronto empezó a destacar, no pararía de evolucionar hacia una muy notable perfección anatómica, más apreciable en la talla del Cristo de la Espina, que roza la perfección humana.
La Talla del Cristo de la Espina, es sin duda alguna la obra culmen del autor, a esta altura de su vida llega a conocer con exactitud milimétrica la anatomía humana.
Su obra fue muy considerada en el siglo XVIII, especialmente en la provincia de Madrid, unos de sus primeros biógrafos, Ceán Bermúdez trató de pasada su obra. Bastante más acertado y riguroso es el trabajo de Nicolau Castro sobre el escultor. El arqueólogo Domingo Portela también ha seguido la obra del Escultor en diferentes publicaciones como en la revista cuaderna.
Hoy en día el mayor conocedor de su vida y trabajo, el Historiador Aurelio Zazo Zazo sigue la obra de su antepasado por toda la geografía Española, habiendo descubierto numerosas obras aún no catalogadas, avanzando el conocimiento de los datos biográficos y artísticos del escultor.
José Zazo y Mayo muere en 1789 A los 69 años de edad, hoy en día no se ha descubierto su enterramiento, aunque unos le dan en la zona de Madrid y otros por la parte de Zamora.